Los proxies son archivos de video de menor resolución que se usan en lugar de los archivos de video originales de alta resolución durante la edición en programas como Adobe Premiere Pro o Final Cut. El uso de proxies puede ser muy útil para acelerar el proceso de edición y mejorar el rendimiento del software.
Cuando se trabaja con archivos de video de alta resolución, como videos 4K o incluso 8K, puede ser muy difícil para el software de edición procesarlos de manera fluida. Esto puede provocar retrasos y fallas en el programa, lo que ralentiza el proceso de edición y reduce la eficiencia del trabajo.
Al crear y utilizar archivos de proxy de menor resolución, se reduce la carga de trabajo del software de edición, ya que está trabajando con archivos más pequeños y manejables. Los proxies se crean a partir de los archivos de video originales, generalmente en una resolución de 720p o 1080p, lo que significa que el tamaño del archivo es mucho más pequeño y, por lo tanto, el software puede procesarlos con mayor facilidad.
El proceso de creación de proxies es relativamente sencillo y se puede realizar en la mayoría de los programas de edición de video. En Adobe Premiere Pro, por ejemplo, se puede crear un proxy seleccionando el archivo de video original en el panel de proyectos y luego haciendo clic con el botón derecho del ratón para seleccionar «Proxy > Crear Proxies». A continuación, se le pedirá que seleccione la resolución de proxy deseada y, una vez que se hayan creado los proxies, el software los usará automáticamente en lugar de los archivos de video originales.
Además de acelerar el proceso de edición y mejorar el rendimiento del software, el uso de proxies también puede ser muy útil para aquellos que trabajan con múltiples dispositivos y sistemas de almacenamiento. Los proxies se pueden almacenar en una unidad externa o en la nube, lo que significa que se pueden acceder desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo, lo que permite una mayor flexibilidad y portabilidad en el proceso de edición.
En resumen, los proxies son una herramienta valiosa en el mundo de la edición de video. Al crear y utilizar archivos de proxy de menor resolución, se reduce la carga de trabajo del software de edición, lo que acelera el proceso de edición y mejora el rendimiento del software. Además, el uso de proxies también puede mejorar la portabilidad y la flexibilidad en el proceso de edición, lo que es especialmente útil para aquellos que trabajan en múltiples dispositivos y sistemas de almacenamiento.